Elegir el suelo adecuado es una de las decisiones más importantes al renovar una vivienda. Tanto el parquet como el suelo laminado ofrecen ventajas interesantes, pero conocer sus diferencias te ayudará a tomar la decisión más acertada según tus necesidades, estilo de vida y presupuesto.

¿Qué es el parquet?
El parquet es un suelo fabricado con madera natural. Puede venir en forma de lamas macizas o multicapa, con una capa superior de madera noble. Su mayor atractivo está en su apariencia auténtica, el tacto cálido y su capacidad para añadir valor a cualquier espacio. Es ideal para quienes buscan un ambiente acogedor, elegante y con materiales nobles. Aunque requiere un poco más de cuidado, su durabilidad es muy alta y se puede lijar y renovar con el paso del tiempo.
Ventajas principales:
¿Qué es el suelo laminado?
El laminado no contiene madera maciza, sino que se compone de varias capas prensadas con una lámina decorativa que imita la madera. La mayoría de modelos actuales tienen un aspecto muy realista y están preparados para resistir golpes, rayaduras y humedad. Son perfectos para hogares con niños, mascotas o zonas de uso intenso. Su instalación es rápida y suele ser más económica que la del parquet.
Ventajas principales:
¿Cómo elegir entre ambos?
¿Y en diseño?
Ambos ofrecen muchas posibilidades. Hoy existen laminados con textura sincronizada y acabados muy similares al parquet. Sin embargo, si buscas vetas reales, variaciones naturales y una estética de alta gama, el parquet sigue siendo único.
En resumen, no hay una opción mejor en general, sino una mejor para ti. Analiza tu día a día, el uso del espacio y el resultado que deseas, y estarás mucho más cerca de acertar.
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